Se acuerdan de ese dicho; ¿Cuando la vida te da limones, haz limonada?
Bueno, pues resulta que los planes que teníamos de viajar a tierras lejanas cambiaron, debido a una lesión en el hombro que mi esposo sufrió durante su trabajo como marino mercante, durante un viaje en el Ártico.
Esta situación no solamente nos trajo de regreso a Costa Rica, si no, que también nos mantuvo en el limbo, ya que entre programar la cirugía, esperar el visto bueno de la empresa y la aprobación del seguro , entre otras cosas, estábamos sin saber que camino tomar.
Así las cosas , los planes de viajar el mundo, se pusieron en “stand by “ y como hemos alquilado nuestra casa, estamos de huéspedes en la casa de mis padres, si, escucharon bien.
Volver a la casa paterna, a tus casi 50 años de edad es una experiencia que les recomiendo a todos los deseen probar su paciencia y ecuanimidad.
Póngase suéter, no se quede las horas en esa computadora, así no se pica la zanahoria, y la mejor de todas; ¿¿A qué hora llega ???
No me lo tomen a mal, yo adoro a mis papás, son los mas lindos , y el que quieran cuidarme como cuando era una niña es algo muy hermoso, pero como a estas alturas de la vida, ya hemos formado nuestro propio estilo de vida y más bien estamos terminando de sacar adelante a nuestros propios hijos, es un poco difícil convivir con los progenitores, que además, tienen también sus propias rutinas y preferencias y es como tratar de subirse a la escalera eléctrica los cuatro a la vez.
Además; como los planes originales se truncaron por el momento, la mente empieza a jugar con tu estabilidad emocional, que porque me toco estar de vuelta, que si estamos haciendo lo correcto: ¿Será mejor buscarme un trabajito y volverme a establecer?
¿Es esto lo que mi papa no me dice, cuando se sienta a leer el periodico y me mira de reojo?
Así que empiezo a pensar , que debo hacer algo, para que mi mente no empiece a juzgarme y entonces, procuro organizarles la vida a mis padres, en su propia casa….
Ayudar un poquito aquí y allá, en los quehaceres de la casa, pero sin tratar de estorbar mucho es un arte, que no he llegado a dominar, ya que soy muy metiche, y me gusta hacer las cosas a mi manera.
Ahora entiendo por que mi hija me pone fecha de llegada y fecha de salida cuando la visito.
En fin, que la situación me estaba volviendo loca y me estaba dejando llevar por las frustraciones y preocupaciones sin fundamento , cuestionándome todas las desiciones y tratando de buscar una razón por la que mis sueños no se estaban cumpliendo….
Viviendo un día a la vez
Que trucos nos juega la mente…. decidí hacer un alto en el camino y darle un giro a la situación, primero que nada, no permitir que los miedos ganen la partida y ocupen todo el espacio con energía negativa y segundo y mas importante; convertir las circunstancias que tenia en mis manos en experiencias positivas y ver lo bueno y extraordinario de cada día !
Apreciar los momentos y a las personas que la vida pone en nuestro camino , ya que son muy valiosas, especialmente alguien como tus padres, darles un poquito de lo mucho que nos dieron cuando éramos jóvenes.
Volvernos a ver las maravillas que tenemos en frente de nuestra puerta cada día y ademas apreciar el tiempo y las oportunidades para hacer cosas que se nos quedaron atrás por la carrera que llevamos por dentro.
Gracias a que puedo decir que he subido un pequeño peldaño en la búsqueda de la claridad espiritual pude darme cuenta que si estoy viviendo mi sueño, y estoy en el camino correcto para alcanzar la libertad mental.
Disfrutando de las cosas pequeñas de la vida
Lo mejor de todo es que al poder liberarme de la angustia y tomar conciencia de las muchas bendiciones que cada día recibo en mi vida, entonces he podido hacer cosas que realmente me llenan el alma de alegría,; por ejemplo, he estado hacienda trabajo voluntario en un refugio de animales, donde perritos y gatos necesitados de atención y alimento me dan la oportunidad de sentir el amor desinteresado e inocente de estos seres de luz.
Tambien nos propusimos, mi esposito y yo a descubrir una nueva Aventura cada semana, asi hemos hecho largas caminatas por la selva y nadado en un rio cristalino, ademas de conocer gente linda de pueblos escondidos donde se respira paz y armonia. ¡Además de descubrirle el ritmo latino al Ingles, con unas clases de como bailar salsa !
Y lo mejor de todo, me he dado cuenta que disfrutar de leer un libro en la playa o ver el atardecer, y caminar despacio para poder admirar cada cosa hermosa que hay en nuestro camino son placeres que nos llenan de alegría y que no están a nuestro alcance siempre, así que, por que dejarlos pasar ahora que están a la mano ?
Con tan solo modificar la actitud hacia el panorama que tenemos en frente, aunque no sea la situación ideal que deseábamos, si logramos llenarnos de experiencias y pensamientos positivos, entonces , sin darnos cuenta, se convertirá en un pedacito de paraíso y seremos capaces de vivir plenamente mientras continuamos hacia nuevos capítulos que la vida nos tenga reservados.
Y aqui estoy; ¡¡Haciendo una dulce limonada cada día!!